Nosotros podemos adorar a Jesús y manifestarle nuestro amor de muchas formas, en nuestra manera de comportarnos, en el cumplimiento de nuestras obligaciones y tareas, el respeto a los mayores, etc.
Una expresión de amor es el besar y acariciar la imagen que representa a Jesús Niño; el catequista puede remitir de la imagen a la realidad insistiendo en que es una representación y que, al besarlo o acariciarlo, queremos “enviar” a Jesús nuestro amor y adoración.
En algunos lugares se acostumbra arrullar o mecer al Niño Jesús; esta es una oportunidad para retomar esta tradición y vivenciarla con los niños recuperando su sentido desde la óptica de adoración y alabanza.
MATERIAL DE APOYO:
- Recortables: Reyes magos
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